28/9/96 BUENAS PELÍCULAS, ALGUNAS ESTRELLAS Y MUCHO PÚBLICO EN SAN SEBASTIÁN Las buenas películas, la pequeña pero incesante llegada de estrellas y las salas de cine desbordadas de público fueron la nota dominante de la 44 edición del festival internacional de cine de San Sebastián. El primero en llegar fue Bob Rafelson, director de "Sangre y vino", un violento enredo de pasiones y ambiciones que el director de "El cartero siempre llama dos veces" borda ayudado por las interpretaciones de Jack Nicholson y Michael Caine, quien se hizo con la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina. Y después de Rafelson, llegaron los españoles, que este año fueron los verdaderos protagonistas del certamen, con cuatro películas presentes en la sección oficial, firmadas por Carlos Saura, Pilar Miró, Imanol Uribe y Gracia Querejeta, acompañados por jóvenes actores, en el caso de Saura, como Ingrid Rubio, que fue la sorpresa del festival, consiguiendo incluso una mención especial del jurado por su interpretación. Sin embargo, la película de Saura, "Taxi", no convenció, se tachó de estereotipado y rancio su alegato contra el racismo, encarnado en una banda de taxistas dedicados a terminar con prostitutas, homosexuales e inmigrantes. Tampoco convenció "Tu nombre envenena mis sueños", de Pilar Miró, película tildada de excesivamente literaria y con fallos de guión notables. Pero entonces llegó Uribe y "Bwana" sí gustó, gustó la sencillez de su planteamiento de comedia costumbrista de risa fácil con poso amargo al final; y el jurado le concedió la Concha de Oro. La última película española a concurso "El último viaje de Robert Rylands" también agradó, por su buena factura y su fino entrelazado de sentimientos donde el amor y la muerte conviven. El cine latinoamericano deparó dos sorpresas, la argentina "Sol de otoño" por su magnífico duelo interpretativo entre Fernando Luppi y Norma Aleandro, que consiguió la Concha de Plata a la mejor interpretación femenina y por su mirada tierna e irónica hacia el romance en los años otoñales. Perú, representado en la sección oficial por Francisco Lombardi, también dejó buen sabor de boca y el director se llevó la Concha de Plata a la mejor dirección por "Bajo la piel", una trama policíaca y amorosa, con la belleza y el horror estrechando lazos. También el nuevo cine brasileño estuvo presente con "Tieta de Agreste", adaptación de la novela de Jorge Amado y vehículo para que una Sonia Braga que irrumpió radiante y llena de energía en Donosti, se luciera en su papel de gran dama que regresa a su pueblo natal. Y Hollywood, que había abierto el certamen con "Sangre y vino", nos deparó la sorpresa de "Beautiful girls", una deliciosa comedia, sobre unos jóvenes que viven en un aburrido pueblo y en torno a una jarra de cerveza hablan de chicas, de amor y de sexo. El cine exótico también tuvo su hueco en el certamen, con la iraní "El padre", la china "La sombra del emperador" o la india "Kama Sutra", la primera de bajo presupuesto, las otras dos, grandes superproducciones orientales en el más puro estilo 'hollywoodiense' con despliegue de decorados y extras. Shakespeare ocupó un lugar de honor, no sólo por la participación en el certamen de "Noche de reyes", llevada al cine por un experto en el autor inglés, el director teatral Trevor Nunn. Pero fue "Looking for Richard" la que despertó el interés, presentada fuera de certamen por su director, protagonista y estrella del festival, Al Pacino, quien llegó desgarbado y sin afeitar y compareció en la rueda de prensa con las marcas de la vida impresas en la piel y contento de recibir el premio Donostia a toda su carrera, de manos de un emocionado Pedro Almodóvar. El director del certámen, Diego Galán, se guardó bajo la manga a Chazz Palminteri, quien llegó a San Sebastián para presentar la película sorpesa, "La brigada del sombrero" mostrando el saber hacer de las estrellas y la buena planta que lo ha convertido en el mafioso más entrañable del cine actual. Y el público como asignatura pendiente para el año que viene, pues, comentó Diego Galán, "nos hemos visto desbordados" y el año que viene habrá más cines, buenas películas, pero continuará con su filosofía, sólo vendrán estrellas a presentar películas, Donosti no quiere "floreros".